COSTO DE LA SALUD


''El costo de la salud en Venezuela''


Por: Andrés de Chene | Martes, 03/02/2009 05:48 PM |
http://www.aporrea.org/actualidad/a71690.html

 ''Es un tema polémico que se escucha en todos los estratos sociales del país, al igual en el planeta, pero con una gran diferencia a favor de los venezolanos, aunque las estadísticas del BANCO CENTRAL DE VENEZUELA y en especial las cifras del costo de la vida y la inflación mensual anunciada, por razones de su forma de hacer cómputos, NO toman en cuenta los inmensos avances que se han obtenido, una vez iniciado el Programa de los BARRIO ADENTRO. Las cifras de prevenciones en los centros ambulatorios y de primera cura son incalculables, mientras que remitidos a Centros de Salud Integral, de beneficio para todos los estratos sociales del país, logran la cura totalmente sin costo. Es cierto que la clase media aun no se “atreve” a utilizar estos Centros de salud, unos por odio al Presidente Chávez y otros por considerar de ser vistos, su “pedigree” social sufre baja a cenizas, ademas de la infame información mediática en medios opositores. Nada más incierto. El SALVADOR ALLENDE en Las Mercedes, uno de los Centros Integrales de Salud de los cientos en todo el país, es visitado por la clase media con frecuencia, especialmente en las tardes y no hay medico, cubano o venezolano, que no preste la mas cordial y cuidadosa atención. Pero, según JORGE UROSA, quien no requiere de su asistencia por tener suficientes medios económicos su Partido Episcopal Venezolano, este Gobierno no ha hecho algo hasta el momento, que no sea distanciar las clases sociales del pías. Vaya usuario a misa el domingo y verá donde esta el odio! El y su comparsa va a las clínicas privadas y es allí, en donde esta el escándalo mayúsculo, no de ahora, ya en 1980 el afamado medico MIGUEL RON PEDRIQUE lo escribía en El NAZIONAL. Decía entonces “las clínicas privadas se han convertido, de un tiempo para acá, en centros de explotación inmisericorde de los pacientes por dos razones; la elevación general del costo de bienes y servicios (escucha, lee “CARMONITA” GONZALEZ y su combo) y la DESCARADA comercialización de la medicina” Problema que, según él y otros, entre estos Andrés de Armas, justifican con razón la socialización de la medicina,

''¿Y por qué se ha llegado a esta situación en este nuevo siglo, a pesar del esfuerzo y la inversión del Estado venezolano, como jamás antes se había sentido? La respuesta la daba el conocido “precursor del Barrio Adentro de hoy desde 1974”, el oftalmólogo de tremenda visión social, de autoridad nacional e internacional en LEPRA OCULAR, el Dr. Francisco Belisario Navarro, cuando desde principios de la década de los setenta en conferencias sostenía que SE ESTABA FORMANDO MEDICOS PARA LA CONSULTA PRIVADA Y NO PARA LA COMUNIDAD. Allí esta la respuesta a la problemática actual en el área de la salud y la necesidad de la asistencia de médicos cubanos para ir a las comunidades, especialmente las de mayores necesidades para iniciar la medicina preventiva y la enorme inversión en la preparación de profesionales venezolanos en el área de la medicina comunal. Por qué no se intentó antes? No existió en la IV Republica interés alguno en las clases sociales que rodean las principales ciudades del país como lo certifican los médicos Fernando Bianco, Felipe Guzmán, Federico Moleiro, Francisco Hernández, Ralph Redlich y muchos otros; tuvo que ser este Gobierno Bolivariano que le diera el frente al problema y empezara a aliviar la crisis. Pero “JULITO” BORGES, candidato para el 2080, ladra por toda Venezuela y en Puerto Rico que “el país regala los fondos públicos a diestra y siniestra”.

''No hay duda que muchos profesionales de la medicina tienen alta sensibilidad al problema del costo actual de la medicina, pero otros muchos para mantener su posición relevante en la sociedad mantienen una actitud de materialismo imperante. La medicina no es un sacerdocio como lo fue en épocas superadas. Son muchos los médicos que se tienen que desprender de la masonería profesional por una nueva Venezuela, en donde todos caben y donde se tiene el propósito de una sociedad mas sana.


LAS DROGAS NO CURAN. LA NATURALEZA ES LA QUE CURA

''Una práctica que prepara el terreno para un gran acopio de enfermedades y de males aun peores es el libre uso de drogas venenosas. Cuando se sienten atacados por alguna enfermedad, muchos no quieren darse el trabajo de buscar la causa. Su principal afán es librarse de dolor y molestias. Por tanto, recurren a específicos, cuyas propiedades apenas conocen, o acuden al médico para conseguir algún remedio que neutralice las consecuencias de su error, pero no piensan en modificar sus hábitos antihigiénicos. Si no consiguen alivio inmediato, prueban otra medicina, y después otra. Y así sigue el mal.

 ''Hay que enseñar a la gente que las drogas no curan la enfermedad. Es cierto que a veces proporcionan algún alivio inmediato momentáneo, y el paciente parece recobrarse por efecto de esas drogas, cuando se debe en realidad a que la naturaleza posee fuerza vital suficiente para expeler el veneno y corregir las condiciones causantes de la enfermedad. Se recobra la salud a pesar de la droga, que en la mayoría de los casos sólo cambia la forma y el foco de la enfermedad. Muchas veces el efecto del veneno parece quedar neutralizado por algún tiempo, pero los resultados subsisten en el organismo y producen un gran daño ulterior.

 ''La única esperanza de mejorar la situación estriba en educaral pueblo en los principios correctos.

''Enseñen los médicos que el poder curativo no está en las drogas, sino en la naturaleza. La enfermedad es un esfuerzo de la naturaleza para librar al organismo de las condiciones resultantes de una violación de las leyes de la salud. En caso de enfermedad, hay que indagar la causa. Deben modificarse las condiciones antihigiénicas y corregirse los hábitos erróneos. Después hay que ayudar a la naturaleza en sus esfuerzos por eliminar las impurezas y restablecer las condiciones normales del organism.

 Los remedios naturales

 ''El aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un régimen alimenticio conveniente, el agua y la confianza en el poder divino son los verdaderos remedios. Todos debieran conocer los agentes que la naturaleza provee como remedios, y saber aplicarlos. Es de suma importancia darse cuenta exacta de los principios implicados en el tratamiento de los enfermos, y recibir una instrucción práctica que le habilite a uno para hacer uso correcto de estos conocimientos.

'' El empleo de los remedios naturales requiere más cuidados y esfuerzos de lo que muchos quieren prestar. El proceso natural de curación y reconstitución es gradual y les parece lento a los impacientes. El renunciar a la satisfacción dañina de los apetitos impone sacrificios. Pero al fin se verá que, si no se le pone trabas, la naturaleza desempeña su obra con acierto y los que perseveren en la obediencia a sus leyes encontrarán recompensa en la salud del cuerpo y del espíritu.

'' Muy escasa atención se suele dar a la conservación de la salud. Es mucho mejor prevenir la enfermedad que saber tratarla una vez contraída. Es deber de toda persona, para su propio bien y el de la humanidad, conocer las leyes de la vida y obedecerlas con toda conciencia. Todos necesitan conocer el organismo más maravilloso: el cuerpo humano.

 ''Deberían comprender las funciones de los diversos órganos y como éstos dependen unos de otros para que todos actúen con salud. Deberían estudiar la influencia de la mente en el cuerpo, la del cuerpo en la mente, y las leyes que los rigen.

 ''No se nos recordará demasiado que la salud no depende del azar. Es resultado de la obediencia a la ley. Así lo reconocen quienes participan en deportes atléticos y pruebas de fuerza, pues se preparan con todo esmero y se someten a un adiestramiento cabal y a una disciplina severa. Todo hábito físico queda regularizado con el mayor cuidado. Bien saben que el descuido, el exceso, o la indolencia, que debilitaran o paralizaran algún órgano o alguna función del cuerpo, provocarían la derrota.
(Ellen White. El Ministerio de curación pág.88-90).

 

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